miércoles, 10 de abril de 2013

James Blake: Overgrown


James Blake
Overgrown
2013

Recuerdo que, hacia finales del 2010, experimenté la sensación, poco común, y ciertamente reforzada por los medios, de que un álbum debut de un artista “nuevo” sea tan, tan esperado. Tal fue el caso del primer álbum del joven británico James Blake. ¿A qué se debía tanta expectativa? A que meses antes Blake había lanzado tres EPs sensacionales y bastante innovadores (The Bells Sketch, CMYK y Klavierwerke), muy en la línea post-dubstep magistralmente representada por Burial, Flying Lotus, entre otros. La manera como el joven inglés mezcló a Kelis y Aaliyah en la magnífica “CMYK”, o como utilizaba el espacio y los silencios en la muy bella pieza “I Only Know (What I Know Now)”, dos temas ya clásicos de esta década, no podían hacer más que generar muy altas expectativas de la opera prima de este talentoso músico británico.
Y bien, James Blake, lanzado a inicios del 2011, no decepcionó, si bien no era lo que los tres EPs anteriores parecían anticipar. Blake le bajó a la experimentación instrumental post-dubstep y, cual cantautor en su piano, escribió más temas vocales, probando más con el R&B y el soul y generando un ambiente muy íntimo, cuando no plenamente solitario, que algunos podrían caracterizar como propio de un “Nick Drake electrónico”.
Si las expectaciones para el primer álbum fueron altas, las del segundo lo son aún más, a pesar de algunos altibajos en los últimos EPs de Blake (Enough Thunder y Love What Happened Here). Hay que recordar que las expectativas también eran muy altas cuando, en pleno 2011, Blake anunció que lanzaría una colaboración con Bon Iver, el artista alternativo estrella de ese año gracias a su genial y hermoso álbum Bon Iver, Bon Iver. El resultado de la colaboración, “Fall Creek Boy Choir”, no fue del todo espectacular como se esperaba, y acaso eso dejó un mal sabor de boca (eso sí, tampoco hay que olvidar que a finales del 2011 lanzó la estupenda “Love What Happened Here” en el EP homónimo).
Cuando a inicios de febrero de este año Blake dio a conocer “Retrograde”, primer sencillo de su segunda placa, Overgrown, de nuevo, estallaron las expectativas. “Retrograde” es un verdadero avance en la trayectoria de Blake. Conserva sus mejores logros vocales (sus lamentos, sus pasajes de voces graves a altas) y de manejo de tiempos y espacios rítmicos. Pero “Retrograde” es más densa, con bajos mucho más cargados, aullidos que, si bien están en un lejano fondo, no por ello son menos potentes. La canción va creciendo con la entrada de los sintetizadores y el poderoso y apasionado soul de Blake llega a un clímax cuando grita “suddenly I’m hit!”.


Retrograde

Pocos días después, el anuncio de la colaboración con ¡Brian Eno! en el tema “Digital Lion” sólo provocó expectativas aún mayores. Y “Digital Lion” también muestra un enorme crecimiento en Blake. De ser un joven prácticamente desconocido entre el 2010 y 2011, después de su álbum debut, y sobre todo para la preparación de Overgrown, Blake se ha codeado con músicos como Björk, Drake, Bon Iver, Kanye West, Joni Mitchell y, desde luego, con el Sr. Eno. Se dice incluso que los dos músicos y experimentadores británicos se reunieron a tomar el té y a escuchar Sam Cooke como parte de los trabajos preparativos de su colaboración. Bueno, la minimalista “Digital Lion” nos remite a la experimentación del EP Klaviwerwerke, pero el protagonista ya no es el piano, sino un potente bajo, unas percusiones galopantes, pesadas, con el característico manejo de espacios y silencios y manipulaciones digitales vocales de Blake, en una atmósfera fantasmagórica que no le pide nada a los mejores trabajos ambientales de Eno.


Digital Lion

Entonces, enormes expectativas. ¿Y bien? En su conjunto, Overgrown no se distingue demasiado de su antecesor. Al igual que James Blake, en este segundo trabajo la melancolía gospel es el ambiente dominante. Resulta una interesante mezcla, no propiamente de géneros musicales, sino de, podríamos decir, inclinaciones musicales: desde los ritmos post-dubstep, el procesamiento digital de voces, la figura del cantautor en piano, estructuras más “convencionales” provenientes del gospel, del R&B y del soul… Acaso, en términos líricos, resulte menos monológico (pensemos en el monólogo “The Wilhelm Scream”), pero la voz de Blake sigue expresándose en lamentos soul y R&B. Asimismo, encontramos unos ligeros toques jazz y hip-hop. Un excelente ejemplo es la canción titulada, justamente, “Overgrown”, que abre el álbum de manera semejante a como lo hace “Unluck” en el álbum debut, con ritmo minimalistas, casi jazz, y los lamentos soul de Blake, como “I don't want to be a star, but a stone on the shore”. Y al igual que sus memorables covers de “Limit To Your Love” (de Feist) y “A Case of You” (de Joni Mitchell), o “Give Me My Month” y “Measurements”, en Overgrown encontramos momentos muy íntimos, y bellos también, en lo que destaca es la voz y el piano de Blake. El primero de ellos es “I Am Sold” (al menos la primera mitad), en donde Blake pareciera hacer un dueto fantasmagórico con él mismo, y, sobre todo, en la más desnuda y acústica “DLM”. Sobre todo, Blake logra hermosos momentos de soul minimalista, con lamentos à la Thom Yorke, como en el cierre “Our Love Comes Back”.


Overgrown

            Pero Blake también prueba otras rutas, aunque, a mi gusto, no con tanto éxito. La más evidente es la experimentación con el hip-hop en “Take a Fall for Me”, donde aparece RZA (de Wu-Tang Clan) como invitado. Yo esperaba (en el sentido de que deseaba) que Blake incursionara en el hip-hop, pero no creo que haya logrado el mejor resultado, más bien, “Take a Fall” resulta una mezcla que no se siente bien ensamblada. Otro caso sin éxito es “Voyeur”, que empieza con un minimalismo muy Blake pero que luego se acelera con una velocidad tecno muy a la Four Tet pero sin lograr la genialidad de este último. Un caso mejor logrado es “Life Round Here”, con un riff de piano acompañado de percusiones electrónicas, sintetizadores ochenteros y un poderoso ambiente R&B que se acerca más a un Usher o un Justin Timberlake.
            En fin. Overgrown puede ser tan bueno como James Blake, y eso, desde luego, es algo magnífico. Es un muy buen álbum y que, considero, cambiará con futuras escuchas. Sin embargo, carece del sentido de novedad que tuvo el álbum debut. Blake nos ha mostrado repetidas veces su capacidad para la experimentación, para el reciclaje, el bricolage, y cómo lograr resultados realmente hermosos. Muy probablemente, si lanza futuros EPs en los próximos meses, serán más experimentales e innovadores y marcarán futuras tendencias. Yo espero que sus próximos LPs retomen los caminos geniales que Blake ha sabido trazar.

(Si te interesó, puedes ver la reseña del álbum debut, James Blake, aquí).

No hay comentarios:

Publicar un comentario