miércoles, 16 de marzo de 2011

THE STROKES: ANGLES


The Strokes

Angles

2011

Contrario a lo que algunos han dicho, Angles, el tan esperado cuarto álbum de The Strokes, y su primero en cinco años, no es un regreso a lo básico. No es un regreso al garage rock, ni al post-punk, ni a The Velvet Underground, ni a The Stooges, ni a Television. No es el regreso a la producción cruda de Is This It (que en el 2001 estaba muy desfasada con el nu metal de Limp Bizkit, Korn y demás), ni mucho menos la del The Modern Age EP. No. Pero tampoco sigue la dirección de First Impressions of Earth. Algunos lo podrán comparar con el álbum solista de Julian Casablancas, Phrazes for the Young. Pero sólo en ciertos aspectos. Afortunadamente (al menos para mí), Angles me parece mucho mejor que Phrazes. De hecho, es el álbum más ecléctico de The Strokes hasta la fecha (todos los miembros de la banda colaboraron como compositores). Definitivamente tiene y explora varios ángulos. Veamos.

Ángulo 1: los clásicos The Strokes

Ya todos conocemos el primer sencillo de Angles, “Under cover of darkness”. Sin duda es la canción más “Strokes” del álbum. Sobre todo, la más “Is This It”, con un ritmo que bien nos recuerda a clásicos como “Last nite”. Incluso la voz de Casablancas suena mucho más joven y las guitarras de Albert Hammond, Jr. y Nick Valensi suenan tan dinámicas como siempre (incluyendo un muy buen solo de Valensi). Pero “Under cover of darkness” no está sola. En “Gratisfaction” The Strokes se remiten de nuevo al rock setentero, particularmente a Thin Lizzy, con un coro muy melodioso (“You’re never gonna get my love!”) y buenos pasajes de guitarras. Ok. En “Under cover of darkness” Casablancas grita que “todos han estado cantando la misma canción por diez años”. Pero ellos no lo van a hacer.

Under cover of darkness

Ángulo 2: enfocando los ochentas (new wave, dance groove, Duran Duran, e, incluso, ¿Michael Jackson?)

The Strokes se hicieron famosos por traer el rock de los setenta a los años dos mil. No era tampoco una gran novedad. Mucho menos lo es regresar hoy a los ochenta. Pero una de las mejores piezas de Angles, la apertura “Machu Picchu” tiene guitarras mezcladas con bongos que crea una mezcla new wave-reggae-funk muy ochentera y que tiene una gran fuerza. En ocasiones se torna un tanto disco, al punto de que el interludio recuerda al “Wanna be starting something” de Michael Jackson. El ambiente rock-pop ochentero continúa con “Two kinds of happines”, que nos remite a The Cars (por ejemplo, a su “You might think”). Por momentos, la voz y los demás instrumentos suenan bastante desconectados, pero logran sonar muy bien cuando Casablancas levanta la voz cantando “Don’t waste your heart!”. Si algunos consideraban a Phoenix los “Strokes franceses”, en este momento los Strokes son los “Phoenix americanos”.

Y las referencias a The Cars parecen continuar en uno de mis temas favoritos del Angles, “Taken for a fool”. Por momentos, la canción suena algo paranoica, sobre todo en las líneas “I know everyone goes any danm place they like”. Pero la canción cambia completamente de estado al entrar la lluvia de guitarras-sintetizadores, que no dejan de recordarme la primera vez que escuché el primer sencillo de Room on Fire, “12:51” (amé por completo las guitarras de Valensi que sonaban como sintetizadores). De hecho, por los coros y el final de la canción, “Taken for a fool” bien podría estar en Room on Fire.

Taken for a fool

The Strokes - Taken For A Fool by allstarsandrew

Pero en donde The Strokes toma realmente otra dirección es en “You’re so right”, que nos recuerda a R.E.M. de inicios de los ochenta (aquellos buenos años de Murmur), pero con un riff minimalista y una atmósfera mucho más oscuros.

Ángulo 3: un poco de tecno y electrónica francesa (Daft Punk, Air)

La mayor experimentación en Angles se encuentra hacia la mitad del álbum. “Games” es, hasta donde puedo recordar, la pieza más electrónica-pop no sólo de Angles, sino de The Strokes. Está muy cargada de sintetizadores. Y las líneas de Casablancas “Living in an empty world”, junto con el solo de sintetizador, nos ubican en un ambiente futurista a la Daft Punk (la escucho en este momento y no puedo evitar imaginarme pasajes de Discovery). The Strokes ha dado un interesante paso.

Ángulo 4: un poco de romance

Sí, el álbum tiene un poco de romance. “Call me back” y “Life is simple in the moonlight” son de lo más cercano a baladas en Angles (o de The Strokes). “Call me back” es una especie de balada espacial y un tanto oscura, con guitarras a un ritmo casi de bossa nova, si bien los vibráfonos le den un tono más alegre. “Life is simple in the moonlight” también tiene un poco de la atmósfera bossa e incluso de jazz suave, con sutiles sintetizadores. Pero, sobre todo, tiene algunas de las más conmovedoras líneas en Angles: “There is no one I disapprove of or root for more than myself”, “We talk about ourselves in hell, to forget the love we never felt.”

Ángulo 5: un poco desde donde yo lo veo

2002.- Bien, declaro que, como muchos, amo Is This It. No dejaba de escucharlo cuando tenía 16 años, con el cabello un poco largo y una banda de rock (o algo semejante). Era un álbum que, en el 2002 (cuando mi padre me lo recomendó y obsequió), tenía un gran sentido para mí. 2003-. Amé también Room on Fire, considerados por muchos el “hermano gemelo” de Is This It, cosa que en realidad no importa mucho, toda vez que incluye canciones como “Reptilia”, “Meet me in the bathroom”, “Under control”, “What ever happened”, entre otras. 2006.- Me gustaron algunas canciones de First Impressions of Earth. 2006-2009.- Los materiales solistas de Casablancas, Hammond, Jr. y Fraiture me son, a decir verdad, indiferentes. 2011.- “Under cover of darkness” me emocionó mucho. “Machu Picchu” y “Taken for a fool” también. Pero la primera vez que lo escuché completo, Angles no me gustó. En verdad, no tenía por qué gustarme y tampoco me preocupaba demasiado (afortunadamente hay mucha más música para escuchar). Pero tras escuchar varias veces Angles, lo disfruto mucho. No es el mejor álbum de The Strokes. Tampoco estoy en el momento de mi vida en que quiero una “Hard to explain” o “The modern age”. Pero pensando de nuevo en el 2002, cuando se hablaba del regreso al rock clásico, hoy The White Stripes ya no existen. Probablemente muchos no recuerden (ni conozcan) a The Hives y The Vines. Pero The Strokes continúan y están probando diferentes ángulos. Esa será la única forma de que puedan seguir existiendo. Y con este álbum muestran que están dispuestos a probar diferentes rutas.

Ángulo 6: desde el que ustedes lo quieran ver. O escuchar. Pueden descargar el álbum aquí.

2 comentarios:

  1. Me gustó tu reseña. Confieso que me emocioné muchísimo cuando oí el primer sencillo en el radio, pero tampoco a mí me gustó tanto el disco la primera vez que lo oí, justo como me pasó con el First Impressions...pero según parece, cada vez que lo escucho lo apreció más, igual que con el anterior.
    Por cierto, yo sí me acuerdo de The Vines, y acabó de ver que en junio sacan nuevo disco, a ver qué tal :)

    ResponderEliminar
  2. Ángulo 6: Me gustó el disco, tal vez más las canciones que mencionas como parte de los clásicos The Strokes (sin haber tenido una banda -aunque sí el cabello largo-, hay algo nostálgico en su sonido de los setenta). Si bien es verdad que da la impresión de ser algo inconstante en algunas canciones, se agradece el experimento. Incluiría, también, una cierta influencia de Radiohead...

    ResponderEliminar