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lunes, 20 de junio de 2011

Joanna Newsom: Good intentions paving co.





El año pasado Joanna Newsom lanzó Have one on me, un espectacular álbum triple que explora diversos estilos musicales (ya no sólo su característico folk, sino también un poco de blues, jazz; mucho menos Kate Bush y mucho más Joni Mitchell y Stevie Nicks). Newsom nunca se ha caracterizado por ser muy amigable en términos comerciales y, en efecto, han salido muy pocos sencillos de sus magníficos tres álbumes. Pues bien, ahora ha decidido lanzar un video de una de las piezas centrales de Have one on me, "Good intentions paving company", una de mis canciones favoritas del año pasado. El video aún no sale, pero mientras, pueden ver algunas de las imágenes del mismo y escuchar la excelente canción.

lunes, 3 de enero de 2011

Listomanía 2010: MIS ALBUMES FAVORITOS DEL AÑO


Creo que el 2010 fue un año con muy buenos álbumes. En el 2009 me fue muy fácil elegir mi favorito del año (Animal Collective: Merriweather Post Pavilion). Ahora fue más difícil. Creo que la decisión no deja de ser un tanto arbitraria. Los primeros cinco álbumes bien podrían estar en el primer lugar todos.





50. Matthew Dear: Black City

49. Gorillaz: Plastic Beach

48. Brian Eno: Small Craft on a Milk Sea

47. Wavves: King of the Beach

46. Swans: My Father Will Guide Me Up a Rope to the Sky

45. Jónsi: Go

44. Yeasayer: Odd Blood

43. Avey Tare: Down there

42. Liars: Sisterworld

41. Zs: New Slaves

40. Crystal Castles: Crystal Castles II

39. Belle & Sebastian: Write About Love

38. No Age: Everything in Between

37. She & Him: Volume 2

36. Tame Impala: Innerspeaker

35. Oneohtrix Point Never: Returnal

34. Owen Pallet: Heartland

33. Hot Chip: One Life Stand

32. The Morning Benders: Big Echo

31. Spoon: Transference

30. Charlotte Gainsbourg: IRM

29. The Walkmen: Lisbon

28. Big Boi: Sir Lucious Left Foot: The Son Of Chico Dusty

27. Four Tet: There Is Love in You

26. Emeralds: Does it Look Like I’m Here

25. Best Coast: Crazy for You

24. Caribou: Swim

23. Antony & the Johnsons: Swanlights/Thank You for Your Love

22. Dirty Projectors & Björk: Mount Wittenberg Orca

21. Local Natives: Gorilla Manor


20. Sleigh Bells: Treats

Una de las mejores combinaciones de rock casi noise con vocales de pop de chicas que haya escuchado. La introducción de guitarra de “Tell ‘em” es emblemática, y “Rill rill” sumamente pegajosa.


19. How to Dress Well: Love Remains

Un R&B etéreo y en momentos por lo demás bello. Siempre pienso que así podría sonar el fantasma de Michael Jackson perdido en las ruinas de Neverland. Claro, el fantasma del rey del pop en sus mejores épocas.


18. Janelle Monae: The ArchAndroid

Ok, la primera referencia a Sign ‘O’ the Times en la lista. Un álbum conceptual, futurista, como un Metropolis versión R&B, soul, con un magnífico funky, con ocasionales pausas de arreglos orquestales.


17. Girls: Broken Dreams Club EP

Dicen que es injusto enlistar EPs junto a álbumes completos, pero este es realmente bueno. Siguen en la misma línea de rock pop de los cincuentas presente en su disco debut del año pasado, pero justo en la última canción, “Carolina”, nos muestran nuevas rutas que espero sigan explorando.


Reseña completa aquí.


16. Wild Nothing: Gemini

Un álbum de dream pop melancólico y shoegaze suave muy agradable de escuchar. Uno de mis debuts favoritos del año.


15. James Blake: The Bells Sketch/CMYK/Klavierwerke

Este dubstep con magníficos samples y sobre todo genial manejo de silencios es de lo más propositivo, interesante y adictivo que escuché en este año. Lástima que sean tan sólo tres EPs, pero ya pronto tendremos el primer álbum LP de James Blake. “I only know (what I know now)” también es de las canciones más bellas que escuché en este año.

Más James Blake aquí.


14. Vampire Weekend: Contra

Las expectativas creadas por su álbum debut eran muy altas. Y Vampire Weekend cumplió. Un álbum más electrónico y con más sintetizadores que su antecesor. Pero también en donde Vampire Weekend prueba un punk más frenético (“Cousins”) y reggaes disfrutables (“Holiday”). Sobre todo, tiene muy buenas canciones como “Giving up the gun” y “White sky”. Contra salió muy a inicios del 2010 y aún sigue teniendo encanto.

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13. Titus Andronicus: The Monitor

El mejor album de rock que escuché en el año. ¿Imitadores de Bruce Springsteen? Por supuesto que no. La línea “Baby we were born to DIE” de la apertura “A more perfect union” define muy bien el estilo de este álbum y esta fantástica banda.


12. Robyn: Body Talk

Cuando salió la edición final de Body Talk hace unas semanas, con una selección de Body Talk 1, Body Talk 2 y nuevos temas, se sintió como si fuera un álbum de grandes éxitos: “Dancing on my own”, “Hang with me”, “Call your girlfriend”, “Cry when you get older”, “Indestructible”. Oh, es un álbum original de grandes éxitos.


11. Flying Lotus: Cosmogramma

De los álbumes que mayor adicción me causó en todo el año. Es una excelente mezcla de dubsteb, IDM, acid jazz, hip hop, funk, con magníficos beats y estremecedores arreglos de cuerdas. ¿Magníficas canciones? Sí, todas. El problema es que no se pueden escuchar individualmente, es un álbum que, como álbum, como unidad, tienes que escucharlo todo de principio a fin.

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10. The Tallest Man on Earth: The Wild Hunt

En este segundo álbum, Kristian Matsson regresa con el mismo folk de su álbum debut, pero con una voz mucho más visceral y atrevida, en ocasiones realmente desgarradora. Y con canciones sumamente emocionales y desoladoras como “Love is all” y “Kids on the run”.

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9. Ariel Pink's Haunted Graffiti: Before Today

Un álbum que bien podría ser el soundtrack de una distopía cinematográfica de los ochenta. Tiene un tono oscuro y decadente, y musicalmente va hacia muchas partes, en ocasiones guitarras casi punk, luego sintetizadores new wave, líneas de bajo post punk a la Joy Division hacia el final. Y sobre todo grandes, grandes temas, “Round and round”, “Bright lit blue skies”, “Beverly Kills” y muchos más.


8. Deerhunter: Halcyon Digest

El álbum más accesible y directo que Deerhunter haya hecho. En él exploran más el rock pop de los cincuenta, se refieren más a los Everly Brothers y los Beatles que al newgaze y My Bloody Valentine. Desde luego, las guitarras también destacan como en la notable “Desire lines”. Deerhunter siempre ha tenido un excelente sentido de la melodía, y en Halcyon Digest es donde mejor lo demuestran.

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7. Joanna Newsom: Have One on Me

Uno de los álbumes más atrevidos de todo el año. Y diría uno de los más monumentales. Sabiamente, Joanna Newsom aprovecha el espacio de tres álbumes (poco más de dos horas) para probar diversos estilos, ya no sólo su característico psico-folk, sino también se zambulle un poco en el blues, el jazz y el góspel, del mismo modo que su folk deja de ser un tanto “psycho” o “freak”. Si The Milk-Eyed Mender era como un fantástico cuento de hadas para niños, Ys una épica odisea para jóvenes aventureros, Have One on Me es el álbum de una mujer urbana leyendo alguna novela en un departamento. En él encontramos algunas de las piezas más bellas de Newsom, desde las breves “81” y “On a good day” hasta las más extensas “Baby birch” y “Does not suffice”. Y, desde luego, “Good intentions paving co.”.

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6. Beach House: Teen Dream

Recuerdo muy bien que este álbum lo escuché por primera vez a finales del 2009. Fue por mucho tiempo mi álbum favorito para la noche justo antes de dormir. No era para menos. Desde finales del 2009 Teen Dream se antojaba como para uno de los mejores álbumes del año, siendo considerado por la BBC al momento de su lanzamiento como uno de los primeros discos esenciales de esta nueva década. Las guitarras de Alex Scally son hipnóticas y llegan a ser muy intensas, mientras que la interpretación vocal de Victoria Legrand es etérea, atmosférica, de ensueño, pero también llega a ser muy profunda y potente como la de Janis Joplin.

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5. LCD Soundsystem: This Is Happening/London Sessions

James Murphy y compañía exploran mucho en este álbum. Es como un buen repaso en la historia del rock para interpretarlo en el 2010. Desde su característico disco punk, hasta el glam rock, el new wave y el post punk, con una parada especial en la trilogía de Berlín de Bowie. “Dance yrself clean” es de las mejores aperturas del año y “Drunk girls” y “Pow pow” son excelentes punk disco para bailar. Pero sobre todo, en This is Happening encontramos dos de los temas más bellos que Murphy haya escrito, “All I want” y “I can change”. Las versiones en vivo del London Sessions son dignas de escuchar.

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4. Sufjan Stevens: The Age of Adz/All Delighted People EP

Sufjan Stevens regresó con el EP sorpresa All Delighted People. Y vaya sorpresa. La primera canción homónima del EP dura más de 11 minutos, pero más allá de su considerable larga duración, Sufjan muestra que regresó maximalista, dejando atrás su suave voz muy ad hoc para sus tranquilas piezas folk, mostrando una voz mucho más cruda, visceral, conservando sus grandes arreglos orquestales y coros cuasi-angelicales. Y en The Age of Adz Sufjan sigue con esa línea pero con fuertes dosis de electrónica. La apertura “Futile devices” bien podría ser de Illinois o Michigan, pero todo cambia con la electro-pop “Too much”, la apocalíptica “The age of adz”, con los frenéticos “I’m not fucking around” en “I want to be well” y con su odisea “Impossible soul”.

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3. The National: High Violet

Creo que este es el mejor álbum de The National. También el más bello y triste que han hecho. Es casi doloroso. Lo que más me impresiona es lo mucho que logran con tan poco. Es decir, pocos acordes, pocas notas, pocos versos. Un álbum “económico”, podría decir. No necesitan descargar toda su fuerza como lo hacen en “Mr. November” para lograr momentos tan intensos emocionalmente hablando. Lo que hacen es tocar las notas correctas en el momento adecuado. Matt Berninger sabe cuando terminar la frase “It takes an ocean not to… breake” en “Terrible love”, cómo conmovernos en la triste “Runaway” con su barítono pausado, o en qué momento justo soltarse desenfrenadamente en el final de la paranoica “Afraid of everyone”. Los hermanos Dessner también son precisos, en qué momento tocar cada nota de “Sorrow” o de “England”. Insisto. Los clímax de High Violet (que son muchos) son logrados no por arrojar toda la casa por la ventana, sino por saber cómo tocar cada cosa en su momento, cómo lograr las armonías, ritmos y melodías precisas.

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2. Arcade Fire: The Suburbs

Hasta el 22 de noviembre pensé que este iba a ser mi álbum favorito del año. Fue el que esperé con más ansias. Y con las expectativas muy altas, no me decepcioné. Arcade Fire es ya una banda monumental que hace cosas enormes y The Suburbs es su álbum más extenso hasta la fecha, lo que les da el tiempo y el espacio crecer con su ya peculiar estilo nostálgico pero lleno de potencia como para satisfacer a un estadio lleno. “The suburbs” nos introduce a unos suburbios que bien podrían ser de una película de David Lynch, oscuros y bizarros. “Ready to start” cumple con los himnos rock a la “Keep the car running”. Las referencias a Bowie y Springsteen continúan. También se orientan más hacia el folk de Harvest de Neil Young, al punk en “Month of may” y a la electrónica y disco en “Sprawl II (mountains beyond mountains)”, una verdadera joya interpretada con encanto por Regine Chassagne. Y la nostalgia estalla con toda fuerza en “We used to wait” y “Suburban war”. Con The Suburbs Arcade Fire se consolida como una de las más grandes bandas de rock de estos días.

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1. Kanye West: My Beautiful Dark Twisted Fantasy

¿El rey ha muerto, viva el rey? O, ¿el príncipe ha muerto, viva el príncipe? Las preguntas van, desde luego, en varios sentidos. No sólo por el tan harto comentado sentido de grandeza de Kanye West, que se presenta incluso como una suerte de emperador/illuminati en el video promocional de su genial “POWER”. Las alusiones son por supuesto también al fallecido Michael Jackson (“MJ’s gone, our nigga dead” canta West en la pop maximalista “All of the lights”), al vacío que ha dejado no sólo en la música, sino en el ámbito “cultural”, “pop” (en el amplio sentido de “popular”) del medio. Ciertamente hay muchísimos músicos brillantes, pero son pocas las figuras tan emblemáticas como Michael Jackson (nos guste o no), y en los últimos años, Kanye West se ha convertido en una de ellas (nos guste o no). ¿Y el príncipe? Por supuesto, la referencia es a la producción megalómana y sumamente atrevida a lo Prince que encontramos en My Beautiful Dark Twisted Fantasy, un álbum maximalista, saturado con…, casi todo, samples cuasi new age de Mike Oldfield, potentes riffs de guitarras, ritmos afroamericanos, King Crimson, Aphex Twin, un solo de piano de Elton John, Rihanna, Fergie, Bon Iver, Jay-Z, una hilarante Nicki Minaj con su notable intervención en “Monster”, pianos minimalistas, océanos de auto-tune y las brillantes rimas y ácidas letras de Kanye West. Todo mezclado de manera torcida y muy fantasiosa, pero muy bella (tal vez no haya mejor ejemplo de esto que “Runaway”), llevando al hip-hop mucho más allá del hip-hop. Sin duda, My Beautiful Dark Twisted Fantasy permanecerá en la historia de la música pop en un lugar muy cercano a Thriller y Sign ‘O’ the Times.



Menciones especiales:

Bob Dylan: The Witmark Demos

No es propiamente música “nueva” del año 2010, pero en este Bootleg no sólo podemos escuchar versiones alternas a las ya clásicas, sino también un considerable material inédito o del que antes sólo contábamos con muy mala calidad. Una verdadera joya.


Panda Bear: Tomboy 7”/You can count on me 7”/Last night at the jetty 7”/Bootlegs

El tan esperado Tomboy de Panda Bear no salió este año. Pero sí nos adelantó tres sencillos. Y los distintos bootlegs que circularon en la red con nuevas canciones fueron de lo que más escuché en este año. Alguna mención tenía que haber.


También: Gonjasufi: A Sufi and a Killer; Fang Island: Fang Island; Pantha Du Prince: Black Noise; The Black Keys: Brothers; M.I.A.: Maya; Avi Buffalo: Avi Buffalo; Neil Young: Le Noise


Decepciones: MGMT: Congratulations; Broken Bells: Broken Bells


Y lo que tendremos el próximo año (o realmente espero que sí): Smith Westerns: Dye it Blonde, The Decembrists: The King is Dead, James Blake: James Blake, Panda Bear: Tomboy, R.E.M.: Collapse Into New, U2: Songs Of Ascent, Deerhoof: Deerhof Vs. Evil, Bright Eyes: The People's Key, The Strokes, Radiohead, Fleet Foxes, Bon Iver, Outkast, Portishead, Aphex Twin, The Avalanches, Beck, Foo Fighters, Coldplay... y esperemos un nuevo álbum de Modest Mouse.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Listomanía 2010: mis canciones favoritas del año (10-1)


10. Ariel Pink’s Haunted Graffiti: Round and round

Una canción un tanto bizarra. La primera vez que la escuché no sabía hacia dónde iba. Pero sí que cada vez se ponía mejor. Uno de los mejores coros del año.

9. The National: Terrible love

En realidad se trata de una canción muy sencilla. Pocos acordes con una progresión muy simple. Muy pocos versos con escasas líneas que incluso se repiten. Pero The National mantiene un equilibrio perfecto. Con muy poco (“It’s a terrible love that I’m walking with spiders”, “It takes an ocean not to breake”) dicen mucho. Y lo genial de esta canción es cómo va creciendo en intensidad, de modo que los mismos acordes y versos del inicio suenan con una gran potencia al final, uno de los más intensos y explosivos del año. Sí, una explosión muy calmada.

8. Sufjan Stevens: Impossible soul

Wow, una canción de Sufjan Stevenes de más de 20 minutos. No es su primera canción extensa, pero en esta Sufjan concentra casi todo lo que ha hecho en su trayectoria. El principio puede ser muy Sufjan, hasta que entra el solo de guitarra y el momento del auto-tune. Pero lo mejor de toda la suite es el segmento de estallidos electrónicos pop “It’s a long life…”. Sufjan mezcla todo y lo lleva a un verdadero clímax, los beats, los arreglos orquestales, los coros, su propia voz. Todo para terminar con el Sufjan folk. De lo más impresionante que ha hecho Mr. Stevens.

7. Kanye West: POWER

Si hace diez años alguien me hubiera dicho que un rapero sampleó King Crimson hubiera considerado tal acto una profanación del recinto más sagrado del rock progresivo. Hace unos seis meses probablemente hubiera pensado lo mismo. Pero “POWER” es una de las canciones más intensas, frenéticas y maniacas del año, y los samples de “Afroamerica” y “21st century schizoid man” no hacen más que acelerar dicha intensidad. La mejor manera de responder a las tantas críticas y abucheos que le hicieron el año pasado, incluyendo la “abominación de la nación de Obama”. La canción no podía tener mejor título que la palabra “POWER”, así, en mayúsculas.

6. LCD Soundsystem: All I want

Las comparaciones con “‘Heroes’” de Bowie son inevitables. No sólo por la introducción cargada de triunfantes slides de guitarra, sino porque ambas canciones ya son himnos del rock. Himnos por lo demás muy emocionales. Ciertamente lo más emblemático de James Murphy y LCD Soundsystem es su irreverente disco punk (“Losing my edge”, “North American scum”, “Pow pow”, etc.), pero probablemente serán más recordados por sus sentimentales letras e interpretaciones como en joyas como “All my friends” y “All I want”.

5. Robyn: Dancing on my own

Simplemente una fantástica canción de disco pop. Me hace imaginar el futuro, y no porque sea una canción futurista. Dentro de veinte años, será común que en las fiestas familiares o en las discos se incluyan entre el set de música disco pop setentera-ochentera a ABBA, Donna Summer, Gloria Gaynor (aparentemente hay cosas que nunca cambiarán) y “Dancing on my own”. Y cantaremos y bailaremos con nostalgia. Un exquisito balance de la triste soledad y lo mejor del electro-pop sueco.

4. Joanna Newsom: Good intentions paving company

Joanna Newsom regresa a su piano. Y le agrega un fantástico toque jazz, con un magnífico solo de trombón. Ya quedaron atrás las alusiones a lo infantil o épico (cuando no élfico) de la música de Newsom. Acaso sería más justo compararla con una jazzista de los treintas o compositora folk de los setenta. Mucho más Joni Mitchell y menos Kate Bush. Pero sobre todo, en este viaje de siete minutos (que se siente como si fuera de tres o menos) Joanna Newsom logra pasar de momentos alegres casi cómicos a otros tristes y en verdad tiernos.

3. Beach House: Zebra

La introducción de guitarra de Alex Scally es cautivadora. Es casi post-rock, hipnótica. Luego entra la estremecedora voz andrógina de Victoria Legrand para crear una atmósfera, como se suele decir de este dúo, verdaderamente de ensueño. O no tanto. En realidad “Zebra” va rompiendo sutilmente con los usuales ambientes dream pop de Beach House para volverse mucho más intensa. En vivo, es Beach House en estado de gloria.

2. Kanye West feat. Pusha T: Runaway

Unas solitarias notas de piano marcan la tensión desde el inicio. Y luego entra el fantástico coro en donde Kanye West brinda por todo lo patético y pedante que él mismo puede llegar a ser. En realidad, “Runaway” es una canción muy hermosa (mi madre me ha dicho “qué bonita canción”) y también es impresionante lo delicada y bella que puede sonar la voz de West, cantando sin tanto auto-tune. Y con todo, la letra no deja de ser patética, grotesca e incluso torcida. Acaso sea la canción de Kanye West que mejor exprese el título de su reciente obra maestra, My Beautiful Dark Twisted Fantasy.

1. Arcade Fire: Sprawl II (mountains beyond mountains)

“Sprawl II (mountains beyond mountains)” de Arcade Fire una de esas canciones que reúne muchas cosas en unos pocos minutos. Uno bien podría bailar con sus potentes beats disco y líneas de sintetizadores (cosa que muchos hicimos en el excelente concierto de Arcade Fire en México), o conmoverse con la magnífica interpretación de Régine Chassagne (¡lo que también hicimos!). Algunos han comparado a "Sprawl II" con grandes temas como "Heart of Glass" de Blondie y "Heartbeats" de The Knife. Lo cierto es que comparte con ellas ser un gran tema, digno de ser recordado. Sin mencionar que con este tema Arcade Fire probó algo distinto, lo que nos deja pensando que es una banda que aún nos puede ofrecer mucho experimentando por otros rumbos.
Líricamente "Sprawl II" también es una joya. Después de la nostálgica odisea por los suburbios a lo largo de todo el álbum, "Sprawl II" cuestiona al actual mundo global, que en su expansión misma parece encogerse cada vez en un mundo más pequeño. Sobre todo, Chassagne canta cada línea de manera impecable, comenzando con un tono alto para suspirar "and just punch the clock" (creo que es la línea que más pasó por mi cabeza en todo este año). Y el coro me parece una de las mejores imágenes que describen las sensaciones de muchos de nosotros: nos preguntamos si el mundo es tan pequeño, si podemos escapar de la desenfrenada expansión de la ciudad, esa ciudad que se impone a los suburbios de nuestra infancia (claro, "los suburbios" es una metáfora para muchas cosas), si vivimos en esta expansión, si centros de compras muertos se erigen como montañas más allá de montañas sin final a la vista (¡amo esta imagen!). Necesito la oscuridad, que por favor alguien corte la luz.
Y al final Chassagne repite la primera estrofa con gran urgencia e intensidad en un verdadero clímax en el que podemos acabar en la oscuridad, una oscuridad que tanto necesitamos.